Parece que el buen tiempo se anima definitivamente a quedarse con nosotros. Y con los días más largos y soleados, los colores alegran nuestro armario, parece que nuestro ánimo se levanta y que cualquier excusa es buena para salir de casa. Y también es el momento de que salga a la luz una parte del cuerpo muy importante, pero casi siempre olvidada hasta que no llega el momento de empezar a enseñarlos… Por supuesto hablo de los pies!
El momento de dejar atrás los gruesos calcetines y las medias tupidas, para dar paso a las sandalias… es todo un motivo de celebración! Es el momento de dar por formalizado el buen tiempo después de un invierno que a mi se me hace tan largo.
Después de tantos meses «encerrados», los pies necesitan un extra de atención para ponerlos a punto antes de sacarlos a pasear… Yo para este momento siempre prefiero hacerme la pedicura en alguno de los muchos salones especializados en ello. Para mí es entrar con unos pies…y salir con otros completamente distintos!
Es algo que hago todos los años antes de empezar a usar las sandalias que tanto me gustan y el cambio es espectacular. Antes me lo hacía yo sola en casa pero una amiga me convenció hace años y desde entonces no perdono hacerme la pedicura en esta época. Luego es más fácil mantenerlo en casa nosotros mismos, pero después de tantos meses es mejor que lo haga alguien especializado, con los utensilios y productos profesionales.
Para luego mantenerlos perfectos durante el resto de la temporada es importante tener algunos productos básicos para el cuidado de los pies. Lo primero, como siempre, es fundamental la exfoliación. Pasa lo mismo en cualquier parte de nuestro cuerpo que queramos cuidar (a excepción de la delicada piel del contorno de ojos). Es imprescindible retirar las células muertas antes de que nuestra piel reciba cualquier tratamiento. A mi me encanta esta nueva adquisición que descubrí en mi viaje a NY. Es una marca que me está gustando cada vez más! Los pies quedan luego tan suaves y frescos que es una gozada.
Esta mascarilla también ha sido un descubrimiento. Después de la exfoliación me aplico este producto durante 10 minutos una vez a la semana y es increible el resultado. Además de tratar la piel, ayuda a reparar los pies cansados. Con lo cual es un regalo después de un día agotador!
Este producto en barra ya casi se me está terminando y es una faena porque me ha encantado. Es una terapia intensiva para los talones y al aplicarse de esta forma es además realmente cómodo.
Y no puede faltar una crema específica para los pies! Yo en este momento tengo estas dos cuyas marcas recordaréis por el post CUIDARSE LAS MANOS.
Esta crema además de hidratar la piel, refresca los pies y es antiséptica gracias al aceite de té verde.
Seguro que habéis probado alguna que me podáis recomendar para cuando se me terminen estas que os he mostrado… Por ahora tengo fichada esta linea: PEDICURE by OPI que creo que vá a ser mi siguiente adquisición.
Y para aguantar los taconazos sin morir en el intento, me acabo de comprar estas nuevas plantillas. Últimamente he leído mucho y bueno sobre ellas. Y aunque no sé si debería fiarme porque cada vez más algunos blogs se parecen más a publireportajes que a recomendaciones sinceras, al final me he animado a ir a la farmacia y darles una oportunidad. Dicen que son bastante mejores que las de silicona… todo sea por poder llevar mis tacones preferidos sin llegar luego a casa con la sensación de haberme destrozado los pies!
Con la llegada del buen tiempo y el cambio de calzado, nuestros pies también sufren al ir desprotegidos. ¿Cómo podemos evitar las ampollas y rozaduras de los pies?
Además de por estética, es fundamental cuidarnos los pies porque son la base en la que se apoya todo nuestro cuerpo. Y muchos son los que afirman que se encuentran reflejados todos nuestros órganos, y mediante la presión o el masaje podemos actuar de forma refleja sobre ellos (REFLEXOLOGÍA PODAL). Yo desde hace tiempo utilizo este método para aliviar algunas molestias leves que pueda tener. Y no sé si es sugestión, o que realmente tenían razón ya desde culturas tan antiguas como la egipcia en la que ya utilizaban este método, pero el caso es que a mi me funciona.
Esta ilustración nos muestra de una forma gráfica y divertida consejos básicos para el cuidado de esta parte tan importante de nuestro cuerpo que necesita de unos cuidados especiales que muchas veces olvidamos o desconocemos. Además os he dejado una guía de cuidados del pie.
Tengo debilidad por lo que llaman «pequeños electrodomésticos», siempre me pierdo en esta sección las pocas veces que voy a grandes superficies comerciales de este estilo. Pero cuando voy procuro perderme por estas estanterias y librame de verme rodeada de pantallas gigantes de tv… Hay cosas alucinantes. Algunas muy prácticas e ideales para regalar y otras auténticas tonterias que sólo sirven para ocupar sitio, pero aún así me divierte mirarlas. Y dentro de esta sección del pequeño electrodoméstico suele haber artilugios de todo tipo, entre ellos aparatos de masajes para los pies. Yo os he seleccionado los que más me han gustado (AQUI), (AQUI) y (AQUI).
También he encontrado algunos ejercicios para fortalecer los pies y el tobillo. Todos los que hayáis sufrido algún esguince en esta zona sabréis lo largo y pesado que es de curar. Y lo debilitado que se queda… Yo sufrí uno bastante aparatoso y tuve la suerte de encontrar un fisioterapeuta estupendo que me recomendó un ejercicio sencillo, divertido y efectivo para fortalecer los pies y los tobillos una vez curado. Consiste en ponerse a «la pata coja» y tirar una pelota de goma contra la pared varias veces. Probad a hacerlo! Es increible como con un sólo pie apoyado nos podemos desequilibrar para recuperar la pelotita… y de esta forma instintivamente apoyamos mejor el pie y lo fortalecemos. Yo aún lo sigo haciendo para ejercitar cada uno de los pies y no he vuelto a torcerme nunca un tobillo.
Ya hemos hablado en otras ocasiones sobre lo bien que sienta cuidarse uno mismo, ya sea por estética o por otra razón. Pero sentirse bien con uno mismo y con tu cuerpo, es una de las razones que me anima a proponer este tipo de post de vez en cuando…
Pero hay muchísimas razones por las que cuidar esta parte de nuestro cuerpo tan olvidada muchas veces… Tened en cuenta que es una de las partes más sensibles de nuestra anatomía. En cada pie hay 7.200 terminaciones nerviosas, lo que quizá explique por qué nos sentimos mucho mejor cuando nos tratan los pies. Las terminaciones nerviosas de los pies tienen extensas interconexiones a través de la médula espinal y el cerebro con todo el cuerpo, lo que los convierte en un instrumento ideal para liberar la tensión e intensificar la buena salud.
Os animo a que le dediquemos un poquito de tiempo y cuidado, puesto que bien lo merecen…
Me despido con una sugerencia para que sorprendamos a alguien que se lo merezca con un relajante masaje en los pies… Cuidar a las personas que tenemos cerca es algo que me gustaría que no olvidásemos.
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