Con este frío lo que más me apetece al llegar a casa es tomar una sopa bien calentita…
En invierno las sopas y las cremas me parecen la mejor opción para las cenas.
Son nutritivas y absolutamente reconstituyentes. Cuando te encuentras destemplado nada sienta mejor, ayudan a entonar el cuerpo.
Siempre tengo hecho caldo para usar como fondo o base para cocinar. Congela muy bien ( pero siempre hay hervirlo de nuevo una vez descongelado y nunca echarle sal al cocinar) así que hago bastante cantidad y tengo para varias veces.
Últimamente no hay semana que no prepare una deliciosa sopa minestrone.
O una crema de zanahoria. Ojo: todas las cremas calientes cuando se trituran hay que volverlas a cocer para evitar bacterias, al igual que cuando se descongelan como veíamos antes.
La crema de guisantes no la he probado aún, pero ésta tiene una pinta fabulosa así que creo me animaré a probarla.
En cambio la sopa de tomate empecé a hacerla desde hace poco y ya se ha convertido en una de mis preferidas.
Pero no la he hecho nunca con tomates asados como propone esta receta, y me ha gustado tanto que también probaré. Los tomates asados me quedan deliciosos. Los pongo cortados por la mitad en la bandeja del horno con sal, un poquito de azúcar, algo de hierbas aromáticas y un chorrito de aceite de oliva. Los meto al horno precalentado a 220º, cuando los he metido apago el horno y dejo que se asen durante toda la noche con el calor residual. A la mañana siguiente están perfectos, es lo que llaman con un nombre tan bonito como asar a la luz de la luna.
La sopa de cebolla francesa es uno de mis platos preferidos de invierno. En esta receta encontraréis paso a paso como hacerla muy bien explicada.
De Francia nos vamos a Japón, y cómo preparar una sopa de miso fácil.
De Japón a México, con una sopa de pollo y tortillas de maíz vigorizante.
La sopa azteca resucita en esos días que no puedes con tu alma…
De una sopa mexicana pasamos a una deliciosa sopa toscana.
Y de Italia nos vamos a Tailandia con esta típica sopa de pollo con leche de coco.
Ahora uno de mis platos preferidos: el increíble caldo gallego. Aún recuerdo una impresionante nevada en el precioso pueblo de O Cebreiro, cuando entramos muertos de frío a un mesón y me pedí un caldo gallego que estaba delicioso… Y la sensación tan reconfortante de entrar en calor inmediatamente. En Madrid hay un restaurante gallego que hacen también un caldo gallego espectacular, el más parecido que yo he probado a aquel que os contaba. Siempre que paso cerca, entro a tomarme uno en la barra.
Y otra de mis perdiciones, la sopa de cocido.
La sopa de ajo la descubrí hace relativamente poco, no me llamaba la atención porque pensaba que sería un sabor fuerte a ajo que no me apetecía. Qué equivocada! Está riquísima y es muy suave.
Esta versión de sopa de ajo cremosa con huevos escalfados tiene un aspecto delicioso.
¿Y qué me dices de una sopa de pescado tan apetecible?
Para terminar una sopa dulce de postre, sopa de arándanos con mascarpone.
Poco importa el frío que haga fuera si sabes que al llegar a casa te espera una sopa, una crema o un caldo calentito.
Descubre cómo te puedo ayudar a adelgazar, o a lograr también aquello que te hayas propuesto y te esté costando conseguir. Descubre cómo conseguirlo, visitando ahora mi web de MÉTODO ANCLA.
Si te ha gustado el post y se te ocurre que a alguien más le puede interesar, por favor compártelo. Mi mayor motivación son vuestras visitas y comentarios. Así que te espero con ilusión el próximo jueves. Pero si durante la semana te apetece seguir compartiendo un brunch, te estaré esperando en FACEBOOK.
Recordad que pinchando en las fotografías siempre os dejo el enlace de la fuente original si he podido encontrarla, y que pinchando sobre los enlaces escritos en otro color podréis encontrar información detallada sobre el tema. Parte de «la gracia» de mi blog es mostraros el trabajo de otras personas que son realmente interesantes!