¿Por qué las piedras preciosas me atraerán tanto?
Ya os adelanté en su momento mi interés por los minerales, así que las gemas podría decirse que son subir un escalón lógico.
Pero no, creo que fue al contrario. Primero me fascinaron las piedras preciosas y recuerdo perfectamente el momento: nos llevaron con el cole de visita cultural al Museo Arqueológico Nacional y me quedé impactada con la corona de Recenvinto.
El brillo de sus piedras y poder contemplar una corona fuera de los cuentos que hasta entonces leía, disparó mi imaginación y mi fascinación por las piedras preciosas.
Algo parecido, aunque mucho más tarde, me sucedió con las joyas de la Corona en mi primera visita a Londres.
Mi fascinación por las piedras preciosas no consiste en querer tenerlas, que es obvio que no podría en alguno de los casos, sino en apreciarlas.
Parecido a asomarse a un escaparate lleno de golosinas cuando era pequeña. Sabía que no podia acceder a ellas pero no por eso dejaba de mirar.
El color de cada piedra y la forma de tallarla, me llaman mucho la atención.
La forma en la que reflejan la luz me parece que tiene algo de enigmático.
Como uno de mis anillos preferidos, se me ocurrió juntar dos anillos diferentes de amatistas y el resultado me recuerda a los anillos medievales. Cuando lo llevo me siento especial, lo reconozco.
Algo parecido me pasa con este anillo que me regalé por ser una campeona en un momento de mi vida, quería regalarme algo que me recordara lo mucho que me había esforzado en una época difícil. Un anillo de compromiso… conmigo! El color de este anillo me recuerda a alguna de las calas donde me gusta perderme, es como llevar un pedacito de mar en mis manos.
En realidad no me gustan las joyas, me gustan las piedras que puedan tener.
Especialmente los anillos.
Pero también en otros objetos. Esta cajita con amatistas que compré en México me encanta. Es como un cofrecito de los tesoros.
Me compré esta pulsera con piedrecitas de jade muy barata en ETSY, me gusta sobre todo en verano con la piel morena.
No puedo olvidarme de un mercado en Cantón de dos plantas dedicadas exclusivamente a la venta de piedras preciosas y semipreciosas. Se podían comprar al peso y te las podían engarzar allí mismo en el momento.
Algunos mercadillos también son un buen lugar donde encontrar artesanía con piedras del lugar.
Quien haya estado en un zoco árabe habrá visto este tipo de artesanía con piedras tan coloridas y vistosas.
Estos collares son de una amiga que compró en el zoco de Marrakech. Se los he pedido prestados más de una vez. Un sencillo vestido oscuro con uno de estos collares parece otra cosa.
Lo mismo pasa con estos preciosos collares que me ha ido trayendo mi madre de sus viajes por Asia.
Reconocer y distinguir las piedras preciosas me resulta complicado, yo me dejo llevar por su forma, color y brillo.
Además cada piedra tiene su propio significado.
Incluso hay para cada signo del zodiaco o para cada chakra.
Las piedras preciosas pueden ser más que un adorno. Hay quien las utiliza como amuletos o para equilibrar la energías del cuerpo.
En mi caso el interés es visual, además del componente sentimental en el caso que alguien te lo haya regalado. Creo que el significado se lo damos nosotros.
Pero es cierto que se produce una cierta intimidad con la piedra, quizás al estar en contacto con nuestra piel, con nuestra energía…
Tanto que hay varias leyendas sobre joyas malditas.
Para mí la única maldición de alguna de las piedras podría ser su procedencia, las llamadas joyas sucias. Aunque por desgracia la explotación infantil no es exclusiva de este negocio.
Las piedras preciosas nos hacen soñar. ¿Habéis visto las mejores joyas de los Oscar 2014?
Me encantaría diseñar y confeccionar joyas, me parece una profesión preciosa.
También me gusta la forma tan original con la que decoran algunas personas colgando sus complementos.
Un sitio bonito donde guardar nuestras cosas bonitas.
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¿A qué mujer no le gustan las joyas y las piedras preciosas? Sin rozar la obsesión, claro. A mí me pierden los azabaches. El hecho de que sea una piedra tan oscura me hechiza, aunque los rubíes y las esmeraldas también me vuelven loca. Pero claro, de momento no puedo permitirme el lujo de poseer semejantes joyas (y dudo que algún día pueda XD).
.Estelle.
A mi me encantan los granates, el rojo tan profundo que tienen siempre me han llamado la atención. Y los azabaches también, en Compostela hacen una artesanía con azabache y plata alucinante!
estas espectaculares, de Panamá un abrazo, a la vez que me gustaria si me puedes mandar un tutorial para embelesarme realizándolas
MARGA